lunes, 19 de julio de 2010

SI BEMOL

-Supertramp es una banda para escuchar a la noche- afirmaba Patricio después de media hora de discusión-.

-Supertramp es para escuchar a la mañana. Y no cualquier mañana. Los sábados a la mañana, con mucho sol-.

Esa fue mi posición desde el principio. Con Patricio pasamos largas horas hablando sobre temas importantísimos como este. Muchos de nuestros allegados, y sobre todo parientes, nos dicen que malgastamos el tiempo. Sin embargo, tanto para Patricio como para mi, estas discusiones forman parte del ser mismo. Para nosotros, no es lo mismo una persona que escucha Supertramp a la mañana o a la noche, como tampoco es igual una persona que come Tita y una que come Rodhesia.

-Vos estas loco. Supertramp no se puede escuchar un sábado a la mañana y con sol. Eso -me repetía a modo de consejo-, es un exceso de optimismo. Y escuchar una banda optimista, con un día optimista, te puede dejar el marulo averiado para toda la vida. Te lo discuto de acá a la china.

-Años-le dije-. Casi toda mi adolescencia, desde el 90 al 2009 me pasé escuchando los sábados a la mañana ‘Esta lloviendo de nuevo’.

-Ehhhhh- interrumpe Sebastián.

-¿Qué pasa?

-Del 90 al 2009 hijo de puta ¿Cuánta adolescencia tuviste?-, me preguntó a modo de juicio de valor.

-¿Y eso que importa ahora si estamos hablando de otra cosa? Me querés desviar el tema, como siempre. Eso porque sabés que tengo razón. No hay otra manera de escuchar Supertramp si no es un sábado a la mañana, con mucho sol. Y ese tema en particular, es el que confirma mi posición.

-¿Y eso que tiene que ver? Yo te puedo decir que “Desayuno en America” es un disco contradictorio desde el título, porque para mi es una banda para escuchar a la noche. Aunque con el cambio horario, no sé, nosotros estaríamos bien, lo tenemos que escuchar de noche.

Esa es la virtud de Patricio. El sabe de un montón de cosas, entonces, me caga. La última vez que habíamos discutido, no recuerdo bien el tema, creo que era sobre si Michael Jackson hubiese estado vivo de no haberse cambiado el color de su piel, en un momento del debate, me dice: “Es como todo, sino, fijate lo que pasaba en la Edad Media”. Y ya me cagó. Me re cagó. ¿Que carajo se yo sobre la edad media? Patricio tiene esas cosas, el sabe mucho de todo.

-Que hijo de puta -proseguí-. Me querés meter el tema del cambio horario para cagarme. Pero no. Además, la canción que te digo no esta en ese disco, así que…

-Para, para, para…no podes reducir la investidura, la trayectoria, la confianza, la venta de discos de una banda como Supertramp, a una canción sola. Y menos, a ese tema pedorro.

-¿Pedorrro? Lavate la boca antes de hablar de ese tema, que a mí, me salvó de mil resacas. Te levantas un sábado a la mañana, y antes de ir lavarte los dientes, pones ese tema. Chau, te olvidas de todo lo que pasó la noche anterior, te levanta, te pone pilas, te dan ganas de seguir.

-Ves, ese es tu problema.

-¿Cuál?

-Que no querés parar.

Otra vez la moralina. Patricio también tiene esas cosas. Se pone en padre, se pone en padre el hijo de mil putas. Esta bien que a mi me gusta salir, y tomar mis copas, y que le meto los cuernos a mi mujer. ¿Pero si no lo hago ahora cuando lo voy a hacer? Las cosas que no haces a los treinta, después las querés hacer a los cincuenta. Y eso no esta bien.

-Las canciones, hay que escucharlas tranquilo –siguió Patricio-. Descansado, con un volumen medio, para apreciarlas mejor.

-Ahh bueno. Que pavada que acabas de decir. Pero que estupidez tan grande como todo el universo. Es más, mi amigo Facundo se acostaba escuchando ACDC. Así que, a la mierda eso de tranquilo para tranquilo, loco para loco…

-Si yo no te dije eso. Vos estas sordo, por eso escuchas Supertramp una sábado a la mañana.

-Con mucho sol.

-Si, con mucho sol. Peor todavía. A ver, y decime ¿Qué escuchas ahora que no estas mas en la adolescencia?

-¿Los sábados a la mañana?

-Ponele, los sábados a la mañana.

-“Confortablemente adormecido” de Pink Floyd

-Que hijo de puta. ¿Para levantarte? Estás loco. Además, ¿Por qué siempre me metes una canción, y no una banda?

-Que tipo jodido. No hay una explicación exacta. Que se yo, en este caso, porque me gusta más esa canción que todas las otras. Y en el caso de Supertramp, porque esa canción es insuperable para un sábado a la mañana con mucho sol.

-¿A sí? A ver, y decime ¿Por qué no seguís escuchando esa canción todavía?

-Ya te dije, ahora estoy en otra. Estoy más grande. Ya escuché mucho esa canción. Y no puedo seguir toda la vida haciendo las mismas cosas. Hay que cambiar de canciones, así también cambiamos nuestros objetivos. Es como madurar, que se yo, justo con Claudio hablábamos de eso el otro día.

Claudio es otro amigo nuestro. Mucho más fana de la música que nosotros. El vive como las canciones. Las canciones le dictan cosas. A veces las cosas le salen bien, pero siempre le duran poco, eso es verdad. Sobre todo con las chicas. ¿Cuantas chicas se bancan un Calamaro más de tres meses? Bueno, Claudio tiene esas cosas. A los tres meses, cuando ya no se lo banca más, le recita “Flaca” o “La mirada del adiós”, pensando que la mina lo va a salir a buscar corriendo. Y lo mandan a la mierda. Peor la otra vez, que se le ocurrió citarle a George Michael y la novia le preguntó si la había engañado con Carlos. Eso pasa con las canciones en inglés, uno no sabe que esta cantando.

-Bueno, ¿y ahora que escuchas?-siguió Patricio, no muy convencido con esto de la madurez-.

-¿Escuchaste Wilco?

-Si.

-Bueno, no se si todo, pero hay un tema, que para mi, es como los Beatles del 2000.

-Que tipo exagerado. Pero que tipo exagerado por dios. ¿Vos te escuchaste lo que acabas de decir? ¿O tantos años de Supertramp los sábados a la mañana te dejaron medio bobo?

-Mirá, escuchá eso- le dije mientras suena “Side with the seeds”-.

-¿Qué?

-Ahí, justo ahí….

-Si, ¿Qué pasa?

-Ahí…justo cuando suena la guitarra, ¿viste?

-Si, ¿Qué pasa?

-Ahí hay un melotrón en SI BEMOL

-Jajajaja

-¿De que te reís gil?

-Mirá, primero no creo que sepas lo que es un melotrón, además de que ahí no hay ningún melotrón. Y segundo, vos no sabes tocar ningún instrumento ¿Qué carajo sabés lo que es un Si Bemol?

-Gil. Una vez lo ví a Charly en una entrevista, donde mostró un pedazo de tema, y dijo que estaba en Si Bemol. Entonces yo me aprendí el sonido. Y cada vez que suena algo así, yo ya se que es Si Bemol.

-Como sea. Esta canción de Wilco también es mas linda a la noche. Como todas.

MENSAJE DE TEXTO

Cinco minutos después de las doce de la noche, el jueves 11 de febrero, me llega un mensaje: “el partido obrero se separa. Hay que elegir entre Rod Stewart o Elton John”. Este es el tipo de cosas que me ponen nervioso. Muy nervioso. Por más que sea la propuesta de un amigo que me conoce, también sabe que esa situación es como patear un penal en una final. Me lo tomo en serio. Muy en serio. Ahí nomás agarré los discos que tengo de esos artistas, y empecé a repasar. Primero fui al viejo Rod, al frente de los Faces. Agarré ‘Oh la la’, su cuarto disco de estudio, y lo repasé. “Silicone Grown” y “Cindy Incidentally” para empezar. Estaba más complicado que antes. Como empecé casi por los comienzos del Escosés, también opté por hacer lo mismo con Sir Elton John. Fui a ‘Elton John’, el disco de 1970. La canción con la que arranca, “Your Song”, pelea contra los All Blacks de visitante y se la banca. Es tremenda.

Estaba más complicado aún, más nervioso, y para colmo, no sabía cuanto tiempo me daba mi amigo para la decisión y recién iba por los años ’70 de cada artista. Porque se sabe como es esto. Si un amigo te quiere hacer sufrir con estas diatribas bien difíciles, te la hace jodida, jodida, y te da unos minutitos para elegir entre dos monstruos. Entonces opté por saltar unos discos, pero tampoco tanto. Me fui con Elton hasta “Madman Across the water”. Hay dos canciones increíbles. La que le da título al disco, y la número dos, ‘Levon’, se destacan. Pero el comienzo del disco, es insuperable. “Tiny dancer” una balada extraordinaria. A Stewart le tocó ‘Every Pictures tell a Story’. Y ahí me enamoré nuevamente de “Maggie may” y “Mandolin Wind”.

-La puta madre. La re puta madre que me parió, que jodido que estoy. Este me viene a cagar la noche que estaba tan tranquila mirando Botineras. ¿Como me puede hacer esto?- es lo único que repetía, mientras revisaba libros, diarios viejos y discos de los artistas en cuestión. De todas formas, no era para sorprenderme. Siempre me hace lo mismo. La última vez mandó un mensaje preguntando si me quedaba con Borromeo o con Tatú de La isla de la fantasía. ¿Puede ser una persona tan mala? Para colmo miraba la discografía de cada uno en los ‘70 y me quería matar. De Elton John me quedaba ‘Tumbleweed Connection’, ‘Honky Chateau’, ‘Goodbye Yellow Brick Road’, ‘Caribou’ y ‘Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy’ por ejemplo. Y de Rod ‘Never a Dull Moment’, ‘Atlantic Crossing’, ‘A Night on the Town’ y ‘Blondes Have More Fun’.

Respiré hondo. Traté de calmarme un poco y dije en voz alta: “Disfrutalo. Disfruta de esta situación. El burrito Ortega debe disfrutar la presión de jugar contra Boca en cancha de ellos. Bueno, esto es lo mismo. Entonces disfrutalo”. Que mierda voy a disfrutar. Estaba sufriendo como un condenado. Era una locura ponerme en una situación así. Con que necesidad. Que ganas de joder, por dios. Pero ojo, la culpa no era mía, sino del hijo de mil putas que me hace elegir entre Rod Stewart y Elton John. Por unos instantes pensé en contestarle ¿y vos querés más a tu mamá o a tu papá? Pero no era el sentido. El desafío era elegir entre ellos dos.

Había que recortar camino, el tiempo me ahogaba. Los ochenta para ninguno de los dos fue la mejor etapa, así que le pegué un salto. Y los noventa…mmmm…tampoco. Nada para destacar demasiado. Agarré una hoja y empecé a poner pro y contras de cada uno. Y anoté: los dos en los ’70 tienen carreras indiscutibles, buenísimas. Los dos tienen más de cinco discos que lideran y son clásicos. Los dos tienen una voz distinguida y particular. Los dos en los ochenta no me gustan, salvo algún rescate emotivo como pueden ser las canciones “Baby jane” y “Crazy about her” de Stewart y “I’m Still Standing” y “Little Jeannie” de Elton John. Si tengo que buscar alguna diferencia en mi gusto, diría que Rod Stewart me gusta más como interprete de otros artistas, y que Elton John es mejor compositor, al menos, mucho más fructífero que el escosés. Y ahí me iluminé. “Los discos”, me dije. “Los últimos discos de ellos definen la cosa”. El de Elton John es del 2006, ‘The captain and the Kid’, una especie de sucesor de ‘Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy. La vuelta del dúo compositivo con Bernie Taupin. Fantástico, la vuelta que se merecía después de tantos palazos de la crítica, después de tantos discos aptos para todo público. Después de hacer música que no le molesta a nadie, que puede escuchar cualquiera. El de Stewart es del 2009. ‘Soulbook’, canciones clásicas interpretadas por infinidad de artistas, y que nadie conoce a las versiones originales. Un disco totalmente pasteurizado, hecho apto para todo público. Un material con esas características tiene dos lecturas posibles: o el artista no arriesga más y va a lo seguro, o el artista esta más allá del bien y del mal y tiene el talento suficiente como para hacer un disco que le guste a todo el mundo. ¿Y quién puede negar que ese disco es maravilloso?

Estaba jodido otra vez. En realidad, nunca lo dejé de estar. Era nervio, tras nervio, más nervios. Indecisión. Preocupación. Comisura de uñas. No escuchaba a nadie. Tres veces le corté el teléfono a mi mamá. Le rompí un juguete a mi hijo porque me tenía podrido con esa canción del dinosaurio Barney que detesto con toda mi alma.

Después de unas horas muy intensas, tengo la respuesta. Irrefutable. Imposible de negar. Detalle por detalle, una respuesta muy justificada. Fina la definición. Pero tenía la contestación. Estaba revisando la respuesta escrita en papel, para luego transcribirla en mensaje de texto sin errores posibles, y vibra mi teléfono. El mensaje decía: “el partido obrero rompe todas sus filas: ¿Rod Stewart, Elton John o Stevie Wonder?”.